[Reflexiones] Sensacionalismo y telebasura, ¿dónde está el límite?



Estos últimos días hemos vivido un par de casos que me han hecho preguntarme dónde está el límite en esta profesión. El primero y más internacional es el caso del legendario diario británico News of the World. Muy pocos se han librado de las escuchas ilegales llevadas a cabo por este periódico con el fin de tener información de primera mano y así vender más. El escándalo ha llegado cuando el objeto de estas escuchas ha sido una menor: la pequeña fue secuestrada y el diario pinchó su teléfono y hasta borró mensajes de su buzón de voz cuando estuvo lleno para que entraran más, algo que llevó a los padres y a las autoridades a pensar que la niña seguía con vida cuando sus secuestradores ya la habían asesinado. ¿El objetivo de todo esto? Alargar la historia para continuar vendiendo periódicos.

¿Dónde está el límite? Una cosa es buscar información de primera mano y conseguir las mejores fuentes, pero otra muy diferente es intervenir de esta manera en un caso que está siendo llevado por la policía y alterar su desarrollo para ganar más dinero. ¿Quién decidió que hacer sufrir así a unos padres estaba permitido para el disfrute de sus lectores? News of the World cierra después de esto, pero su director, James Murdoch, no parece arrepentido en la carta que envió como despedida a sus trabajadores.

El segundo caso lo hemos encontrado en casa, en esa cadena de televisión en declive que da más vergüenza ajena que otra cosa: Telecinco. He de decir que yo ya no veo esta cadena, por lo tanto, lo que sé de este caso es lo que he leído en los medios y me han contado algunos compañeros, pero voy a explicarlo dando todos los detalles posibles especialmente para quienes leéis esto desde fuera de España:
El torero José Ortega Cano se encontraba ingresado en el hospital (hoy salió) en estado grave a consecuencia de un accidente de tráfico en el que perdió la vida una persona. Su cuñada, Rosa Benito, está participando en el reality de Telecinco Supervivientes, en el que no sabe nada de lo que ocurre en el exterior. La dirección envió al programa a Aída Nízar, una exconcursante de Gran Hermano que, con esta información, llegó y le preguntó a Rosa Benito qué ocurriría si a Ortega Cano le pasara algo. Un comentario de mal gusto por su parte, desde luego, pero lo que ha desatado la polémica ha venido después, cuando la ex Gran Hermano ha terminado su participación en el reality y se ha sentado en el plató del programa. Y es que el presentador de este programa, Jorge Javier Vázquez, ha llamado a esta chica hija de puta en directo y con el apoyo del público.

Resulta curioso que el que está considerado el telebasurero mayor insulte a alguien por hacer lo mismo que él hace en su programa. ¿Dónde está el límite? Pues creo que en el caso de la televisión ya no lo hay y menos aún en esta cadena, Telecinco. Ya lo he comentado antes: hoy en día no hace falta ser periodista para hacer la televisión que se hace hoy en día. Aquel "formar, informar y entretener" ya no existe. La televisión es puro espectáculo, incluso los informativos, es un negocio donde gana el que consigue llamar la atención de la audiencia. ¿Cómo y con qué? Todo vale.

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4 comentarios:

  1. Ois que increible :O que pena de verdad ._.

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  2. Telecirco va de mal en peor. Hace mucho que no veo la tv pero más aún que no veo este canal. Y no veas qué nudo se me ha puesto en el estómago leyendo lo del primer caso. No tenía ni idea :S

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  3. La televisión hoy en día da un poco de miedo, la verdad... Gracias por comentar! :)

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  4. Como viajero interrealidario hace mucho tiempo que estoy lejos de estos menesteres, pero usted pregunta donde está el límite y yo creo que está donde siempre, donde lindan el buen gusto y el mal gusto, la educación y la vulgaridad, el corazón y la carnaza. El problema es que toda esta gente hace ya tanto tiempo que se lo saltó que, ni a un girando la cabeza, podrían volver a encontrarlo ahora.

    Un verdadero asco, de verdad que sí.

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