[Experiencias] Festival de Málaga

Silvia Tinoco 

Tal día como hoy, hace ya un mes, daba comienzo la 14 edición del Festival de Málaga de Cine Español. Al margen de que a uno le guste más o menos el cine español, cubrir el festival es toda una experiencia. Pasar una semana prácticamente fuera de casa, sin desprenderte de la cámara de fotos, esperando pacientemente en las alfombras rojas y comiendo con la acreditación de prensa colgada del cuello para no olvidarla en ninguna parte es el Festival de Cine. Es de esas cosas que ponen a prueba tu vocación porque duermes poco, vuelves tarde y muy cansada, pero no puedes irte a la cama porque hay que redactar lo que ha sido la tarde-noche de la jornada. Y así durante siete días. Además vas corriendo a todas partes para llegar a todo y te llevas codazos y pisotones porque somos muchos periodistas y todos queremos hacer lo mejor posible nuestro trabajo. Pasamos calor, nos duele todo y algunos hasta te miran mal.

Pero con tu acreditación colgando del cuello se te abren todas las puertas, hasta las del Dounkin Donut que instaló la organización para la prensa (un detalle que mola). Al margen de ciertas ventajas, como saber los actores que van a desfilar por la alfombra y chivárselos a las fans que llevan horas esperando, el festival fue una gran oportunidad para ver cómo se trabaja en un evento de estas características. Por las mañanas recoges tu programa de prensa, entras a los pases de las películas, cubres las ruedas de prensa que les siguen y haces la foto en el photocall correspondiente. Después vas a encuentros con el público, donde puedes ver cómo se desenvuelven con la gente los actores, acudes a la presentación de estrenos y entras a las galas. Y, en las horas muertas, te vas corriendo al "centro de operaciones" a redactar y descargar fotografías.

En el caso concreto de los photocalls o las alfombras rojas es curioso porque te das cuenta del "poder" que tienes. Le pides a algún actor que te pose y la mayoría lo hace sin problema y, además, repetidas veces. Esta pequeña epifanía, por llamarla de alguna manera, la tuve personalmente con Quim Gutiérrez: le pedí que me dejara hacerle la foto, me puso su pose, le saqué la foto, le di las gracias y, con una sonrisa (que pocas veces lo vi sonreír durante la semana) me dijo de nada.

¿Anécdotas? Que mi compañera y yo aprovechamos un par de alfombras poco concurridas para hacernos alguna foto con los actores. Yo elegí a Alberto Ammann (Celda 211, Lope) por razones... más que profesionales y él aceptó encantado (se le ve lo encantador en la foto). También pude hacerles algunas preguntas a Andrea Ros, Fernando Tejero o Ernesto Alterio, que se lo pasó muy bien en Málaga de fiesta en fiesta, él mismo lo dijo:

 
En fin, el festival es, como decía al principio, además de una semana agotadora, una buena experiencia de las que te da hasta pena que terminen. Pero vuelves a casa con la satisfacción del trabajo bien hecho y eso hoy en día es de lo mejor que hay en esta profesión.

Ver trabajo en Malakao.es

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3 comentarios:

  1. Ains... el festival de malaga.... me gusta pasear esos dias por Mälaga capital.... es un no parar como tu dices..... enhorabuena por el blog y por disfrutar de tu trabajo.Besos

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  2. Ohs!!!!! hasta en mi firma aparec el el nombre de mi padre!!!!! que pesaooo..... jajaja.....

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  3. Muchas gracias, Rafael :-)

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