Contaba en la pasada entrada de este blog que los periodistas tenemos una gran capacidad para reinventarnos, aunque nuestros medios lo hagan tarde. Un ejemplo de esta mentalidad de renovarse o morir lo encontramos estos días en el diario Financial Times. Además de presentar nuevo diseño, –con pocas diferencias a simple vista, pero hasta con instrucciones de lectura–, el diario se esfuerza cada vez más en invertir en su perfil digital, por convertirse en lo que se llama "digital first". Ya lo avisaban el año pasado: "El Financial Times de papel se hará a partir de la web, no al revés".

Y esto significa hacer algunos cambios, sobre todo en la dinámica de trabajo:

15 periodistas harán el periódico de papel a final del día. El resto (unos 600) se dedicará a la actualización y creación de contenidos para todas las plataformas.
Quieren ser digitales, pero reconocen que en el papel sigue habiendo negocio: "Se pasa, en la versión impresa, de dar noticias a ofrecer contexto y "valor añadido" a las historias más relevantes que hayan sido noticia durante el día, con acento en el periodismo de investigación".