[Biblioteca] "Gabor": cuando la pasión puede más que las dificultades

documental

Empiezo la semana llena de energía y os voy a contar porqué. Uso mucho los fines de semana para tirarme en el sofá y ver documentales y en esta ocasión he visto uno muy motivador, de esos en los que terminas diciendo "Hoy puedo con todo".  Así que no podía dejar pasar la oportunidad de recomendarlo. Falta nos hace recuperar la ilusión.

¿Habéis oído hablar de Gabor? Gabor es un señor que se quedó ciego hace 10 años a causa de un glaucoma y que, a pesar de eso, ha vuelto a dedicarse a su pasión y se ha convertido en el director de fotografía de la película de Sebastián Alfie que lleva su nombre. ¿Y cómo se puede ser director de fotografía cuando no ves? Ahí está lo maravilloso de este documental, que te recuerda que a veces tu pasión por hacer algo supera todo impedimento.

Gabor no quiso autocompadecerse al perder la vista –de hecho, conserva un gran sentido del humor– y gracias a su rico conocimiento sobre cine ha desarrollado una memoria visual asombrosa. Alfie se desplaza hasta el altiplano boliviano para grabar un documental para la asociación Ojos del Mundo, que ayuda a personas de pocos recursos a tratar sus problemas de vista. Parece un entorno en el que un director de fotografía ciego pasaría desapercibido, pero su forma de trabajar y su increíble resultado llaman mucho la atención: cómo se sitúa en una habitación, cómo reconoce las fuentes de luz, plantea soluciones de iluminación e ideas para un traveling que no se salga de presupuesto que salvan el rodaje...

Y eso que el propio director de la película tenía sus dudas. ¿Quién no las tendría? Sobre todo cuando compañeros de profesión le decían que eso era imposible. Nada lo es y esta película lo demuestra. No os quiero desvelar mucho más, sólo que echéis un vistazo a su historia... En el Festival de Cine de Málaga se llevó el premio del público y el de mejor director.


nadie es perfecto




Gabor vio su última película hace diez años. Su memoria le permite recordar escenas, y como ocurre en estos casos, al perder la vista mejoró considerablemente el acceso a su memoria visual. Esta particularidad me dio la idea de hacer un juego, de hecho lo hicimos en uno de nuestros primeros encuentros: yo proyectaba una película y a partir de lo que iba escuchando, Gabor me iba describiendo lo que recordaba de cada escena. Acertaba, muchas veces con lujo de detalles. Ejerciendo un fino sentido de crítica cinematográfica, las escenas que no podía describir plano a plano se debían, según Gabor, a que “no serían esenciales para la película”. Y la mayoría de las veces estaba en lo cierto.

Durante una charla Gabor me recomendó “El maestro y Margarita” del escritor soviético Bulgakov. Hay un dato sobre éste libro que me resultó muy significativo: el manuscrito de esta novela se quemó y Bulgakov tuvo que escribirla de nuevo, de memoria. Pensé que si un escritor podía escribir una novela de memoria, quizás un director de fotografía podía hacer lo mismo, filmar desde su memoria.

- Sebastián Alfie -

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2 comentarios:

  1. Me quito el sombrero delante de ese hombre, un ejemplo de superación, increíble.

    ibeatforlove.blogspot.com

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    1. Una pasada verlo en acción, desde luego! Anima a cualquier a superar sus límites.

      Muchas gracias por comentar :)

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