Estaba en mis primeros años de carrera cuando se estalló la guerra de Irak (2003). En la Universidad aparecieron pintadas, se convocaron manifestaciones y hasta hubo una acampada contra la guerra. Pero la muerte de José Couso nos tocó especialmente. En la facultad, como periodistas que íbamos a ser, estudiantes de diferentes cursos nos reunimos para crear el grupo "La UMA con José Couso". Queríamos seguir el caso y apoyar su investigación porque la muerte del cámara de Telecinco en un supuesto fuego cruzado, cuando parecía un ataque directo al hotel donde se hospedaba la prensa, daba lugar a muchas dudas.

El pasado martes, tras más de una década de lucha por parte de la familia para averiguar qué pasó realmente, el juez cerró el caso. La última reforma del gobierno a la justicia universal le deja sin margen para seguir investigando, cuando ya estaban imputados y en busca y captura los militares implicados:

"La nueva norma dictada por el legislador español impide la persecución de cualquier crimen de guerra, salvo en el difícil supuesto de que los presuntos criminales se hayan refugiado en España. De esta forma, pese a que existen múltiples esfuerzos y recomendaciones a nivel mundial para perseguir y sancionar este tipo de delitos (...), el delito quedaría impune. La decisión del legislador será discutible y podrá provocar debates en torno a tal impunidad, no sólo para el presente casos sino para otros posibles, mas no corresponde a los jueces suplir al legislador".

Como bien dice el auto del juez, con la nueva justicia universal no se pueden perseguir crímenes que estén fuera de nuestras fronteras, a no ser que los supuesto criminales se refugien en España. Esto quiere decir que ahora muchos casos quedarán cerrados, no sólo el de José Couso. ¿En qué posición nos deja esto a los ciudadanos? ¿Si nos ocurre algo fuera de España nadie podrá investigarlo? Porque eso es lo que se deduce del Caso Couso: periodista trabajando en el extranjero para informar a su país muere en situación de guerra por causas dudosas y no se investiga porque no ha ocurrido en España. Una contradicción en plena era de la globalización, ¿no?

Diría que nos estamos acostumbrando a que las fuerzas militares y del orden en general salgan indemnes en muchos casos. Aquí tenemos el caso de acoso de Zaida Cantera y en Estados Unidos no dejamos de ver la brutalidad policial contra afroamericanos. Pero la causa de esta reforma va mucho más allá –y no digo que estos casos no sean graves– porque es fruto de la presión de China sobre nuestro país o, al menos, esa es la teoría que sostienen distintos sectores.

Sea cual fuere el motivo que produjo la reforma, si algo está claro es que todos hemos perdido, sobre todo las familias de los casos que quedarán sin resolver, entre ellos, el de José Couso.

Aquí se puede leer el auto del juez y también ver el documental Hotel Palestina que emitió Telecinco tras la muerte del cámara.